Caballo menorquín

Es una raza que siempre ha sido apreciada, ya sea para el campo como para la equitación.

Debido a la popularidad de las Fiestas patronales de Menorca, en las que los caballos son los grandes protagonistas, ha aumentado mucho su demanda externa y sus poseedores se dedican a la venta de potros, tanto a nivel insular como en el extranjero, siendo Francia, Italia y Holanda los principales núcleos externos.

El caballo menorquín destaca por las siguientes características: a) Características Generales: Ejemplares eumétricos, con perfil subconvexo a recto y mediolíneos, de esbelta figura y “lejos de tierra”.

c) Cuello: De longitud media con tendencia a ser alargado, moderadamente musculado, suave arqueamiento del borde superior y buen engarce, no profundo, con cabeza y tronco.

e) Extremidades anteriores o torácicas: Altas y todos sus radios largos.

f) Extremidades posteriores o pelvianas: Muslo y nalga ligeramente musculados, de tamaño proporcionado al cuerpo.

Las regiones situadas por debajo de las articulaciones tarsianas tendrán las mismas características que las indicadas para sus homólogas anteriores.

g) Caracteres fanerópticos: Capa negra, de peceña a azabache, uniforme.

h) Caracteres fisiológicos o funcionales: Son caballos de aires sueltos, regulares, acompasados y cadenciosos con extensiones fáciles.

i) Caracteres psico-constitucionales: La raza Menorquina agrupa caballos de sangre caliente, nobles, de buen carácter, comportamiento colaborador y fácil entrenamiento que aseguran excelentes binomios.

Menorquín durante un jaleo .