Orden de San Jorge de Alfama

En las tierras Occitanas de Pedro II, el catarismo estaba presente y con mucho vigor.

El rey se hallaba ante un dilema: deseaba la amistad de los nobles de Languedoc pero no quería enfrentarse al Papa, que había decretado una Cruzada contra los Cátaros.

Esta fue otorgada y el rey entregó a la Orden Militar el lugar de Aranda.

La Orden Militar en este nuevo periodo participó en cuantas empresas emprendió el rey Pedro IV el Ceremonioso.

El rey quería fortalecer la Orden Militar, pero ya era demasiado tarde: se encontraba en decadencia.