Originalmente, se otorgaba a aquellas personas que habían defendido Rusia con honor, en campos políticos o militares.
[1] Los primeros galardonados con la Orden fueron 18 personas que acudieron a la boda de la hija del Zar Pedro I y la Zarina Catalina I, la Gran Duquesa Ana con el Príncipe alemán Carlos Federico de Holstein-Gottorp.
Antes del reinado de Catalina II, la habían recibido cerca de 300 personas, a lo cual Catalina II encargó durante su reinado 250 condecoraciones más.
Fue durante ese reinado, cuando, durante la Guerra Ruso-Francesa contra Napoleón Bonaparte, se entregaron más de 48 condecoraciones, 14 de ellas con diamantes (honoríficas).
León Tolstói comenta en su novela Anna Karénina que la Orden de San Andrés y la Orden de San Vladimiro eran las distinciones más elevadas.