También verán, no al maestro Elisabad , diestro en la corporal cirugía , pero muchos cirujanos acuchillados por la experiencia de su milicia, los quales con los ungüentos de su santo exemplo sanarán á loslieridos sus espirituales heridas.
Hallaran también, no uno solo Amadis de Gaula, mas muchos amadores de la verdad no creada ; no un solo Tirante el Blanco, mas muchos tirantes al blanco de la gloria; no una Oriana ni una Carmesina, pero muchas santas y celebradas matronas, de las quales se podrá colegir exemplar y virtuosa erudición.
Verán assi mesmo la viveza del anciano Alegorín, el sabio, y la sagacidad de Moraliza, la discreta donzella, los quales darán de sí dulce y provechosa plática, mostrando en muchos pasos desta Celestial cauallería encubierta encumbrados misterios y altas maravillas, y no de un fingido cauallero de la Cruz, más de un precioso Christo, que verdadeíamente lo fue."
De esta segunda parte no se conoce actualmente ningún ejemplar, sino únicamente lo que sobre ella comentaron en el siglo XIX eruditos como George Ticknor y Pascual de Gayangos.
El autor anunció una tercera parte, que no llegó a publicar.