Fue fundada por Claudi Aranyó y Antoni Escubós en el siglo XIX.
Fue la primera fábrica barcelonesa que se adaptó al plano cuadrícula de Ildefonso Cerdá.
El exterior, debido a la importación de su estilo desde Inglaterra, es el característico del estilo manchesteriano, fabrica de pisos con ladrillo visto en el exterior y elementos estructurales metálicos, mientras que la técnica constructiva fue catalana, con la bóveda característica.
Esto favorece los grandes espacios diáfanos aprovechables para la actividad industrial.
[3] El conjunto está formado por el edificio principal de planta baja y tres pisos, una nave adosada a éste y diferentes elementos situados en el interior de entre los que destaca la chimenea troncocónica.