El cañón Davis fue el primer cañón sin retroceso verdadero que se desarrolló y entró en servicio.[2] El diseño de Davis conectaba dos cañones recámara contra recámara, con el cañón que apuntaba hacia atrás cargado con esferas de plomo y grasa que igualaban el peso del obús en el cañón delantero, actuando como contrapeso.El cañón se fabricó en tres tamaños: de 2 libras, de 6 libras y de 12 libras, siendo sus respectivos calibres 40 mm, 62 mm[5] y 76 mm, disparando obuses de 0,91 kg, 2,7 kg y 5,4 kg.[6] Usualmente se montaba una ametralladora Lewis encima de la caña del cañón Davis para usarla en telemetría y como armamento secundario del avión.El cañón fue probado a bordo de varios aviones y algunos fueron diseñados para emplearlo: