La definición de un CRC especifica el divisor que se utilizará, entre otras cosas.
El CRC es útil para detección de errores, pero, en condiciones de seguridad, no se puede confiar en que el CRC puede verificar plenamente que los datos son los correctos en el caso de que se hayan producido cambios deliberados y no aleatorios.
A menudo se piensa que si, cuando llega un mensaje, este y su CRC coinciden, quiere decir que el mensaje no ha podido ser alterado durante su transmisión, aunque se haya transmitido por un canal abierto.
Por supuesto, estos códigos están diseñados para ser lo suficientemente diferentes como para variar (y por lo general solo en uno o dos bits).
Pequeños cambios en la palabra clave producirían una gran diferencia entre un CRC y otro; por ese motivo, es posible detectar el error.
Si la manipulación del mensaje (cambios de los bits) es deliberada, entonces se tomará una nueva clave, produciendo un falso CRC que puede calcularse para el nuevo mensaje y sustituir al CRC real en el final del paquete; esta modificación no podrá detectarse.
El divisor es entonces desplazado hacia la derecha, y el proceso se repite hasta que el divisor llega a la derecha, en la parte final de la fila de entrada.