Códice Fejérváry-Mayer

En su tradición se encuentra una mezcla de los estilos mixteco, maya y nahua.

Arriba (xohuali ehecatl citlanicueit tonantzin Coyolxauhqui), a los habitantes del universo, al dador de la vida, al que se inventa a sí mismo.

En el perímetro se encuarta representado un tonalpohualli o ciclo de 260 días o tonales, en los que se aprecian los 4 días cargadores del año sagrado, que mediante una serie de símbolos adicionales colocados en los márgenes ayudan a calcular el siclo de 52 años de manera rápida Este códice perteneció durante muchos años al coleccionista húngaro Gabriel Fejérváry, el cual heredó su colección de antigüedades a su sobrino, Franz Pulszky; esto ocurrió en 1851, tiempo en que este último vivía como exiliado político en Londres.

El mayista J. Eric S. Thompson estudió las representaciones de mercaderes en los códices mayas y el Fejérváry Mayer y tomando en cuenta las semejanzas entre la primera página de este códice y la imagen del universo según aparecen en el Códice Madrid (Códice Tro-Cortesiano), así como el empleo del sistema numeral de puntos para las unidades y barras para representar 5, consideró al Fejérváry Mayer como de influencia maya.

Los Pochtecas en sus principales acciones –días para emprender un viaje, regresar del mismo, dar gracias, celebrar fiestas, ofrendas y banquetes- hacían consulta de un Tonalámatl.

Cabe pensar que en este códice se resumieron y aunaron elementos de varias procedencias (mayas, mixtecas, nahuenses) que eran conocidos a través de manuscritos a los que tuvieron acceso y aun tal vez habían adquirido los mercaderes.

Primera página del códice, donde se muestran los cuatro rumbos del universo.
Codex Féjervary-Mayer. Primera página. Reproducción moderna.
Lámina 4 del códice mesoamericano Fejérváry-Mayer