Tras estudiar con los oratorianos de Marsella, ingresó en dicha congregación, aunque salió pronto de ella para estudiar Derecho en París.
Sus dificultades económicas le obligaron a dejar los estudios y trabajó como preceptor en distintas casas ricas, entre ellas la del economista John Law y la del marqués de Beaufremont.
En sus obras dio muestras de una especial penetración espiritual, un notable sentido común y una amplia erudición.
[1] Junto a sus textos filológicos, es también autor de obras de filosofía editadas clandestinamente, como: Se le atribuyen algunos escritos antirreligiosos que no parecen ser suyos.
En él señalaba que había "vivido pobre e ignorado en el seno de una patria a la que había instruido".