[2] La química de esta celda fue más tarde adaptada con éxito para la fabricación de pilas secas En la celda Leclanché original, el despolarizador, que consistía en dióxido de manganeso apelmazado, estaba empaquetado en una vasija porosa, y una barra de carbono se introducía en el centro para que actuase como cátodo.
La disolución líquida actuaba como el electrolito, que penetraba a través de la vasija porosa para hacer contacto con el cátodo.
El proceso químico que produce electricidad en una pila Leclanché comienza cuando los átomos de zinc en la superficie del ánodo se oxidan, es decir, pierden dos de sus electrones y quedan cargados positivamente como iones Zn2+.
Como los iones zinc (II) son solubles en el electrolito, difunden y se alejan del ánodo, dejando a sus electrones en su superficie, por lo que el ánodo adquiere una carga más negativa que el cátodo.
Se aplicó muy extensamente en los comienzos de la telegrafía, para aplicaciones de señalización, timbres eléctricos y otros usos similares donde era necesaria una corriente intermitente y era deseable que la batería requiriese poco mantenimiento.