), conocido en occidente simplemente como butō o butoh por su transliteración inglesa, es el nombre utilizado para referirse a un abanico de técnicas de danza creadas en 1950 por Kazuo Ōno y Tatsumi Hijikata.
El butō es una manifestación artística que nace de la posguerra y constantemente busca reflexionar sobre la cultura nipona posterior al desastre nuclear.
Visualmente es reconocido por el uso de movimientos erráticos y grotescos, en muchos casos repetitivos.
[1] Dado que se ha expandido al resto del mundo, su estética y sus temáticas suelen ser más abiertas.
[2] Mientras que butō proviene de buyō, palabra neutra para danza, que a su vez, hace referencia a “brincar o saltar” Cuando Hijikata incorpora la locución tō, “implica pisar firmemente, arraigarse en la tierra”.
En el terreno de la danza, Hijikata había recibido su formación en la danza alemana de Mary Wigman, aunque también había sido expuesto al jazz y al flamenco.
[5] Por ejemplo, Ordeal by Roses de 1963 es una serie de instantáneas realizada por el fotógrafo en colaboración con Mishima, Hijikata y Ōno, en la cual exploran el gusto del literato por las temáticas barrocas y renacentistas.
Más adelante, Hosoe volvería a colaborar con Hijikata en la serie Kamaitachi, de 1965 a 1968, cuyos temas principales son la identidad japonesa, las raíces, la sexualidad y, primordialmente, el miedo.
[cita requerida] Una de las principales responsables en difundir su práctica en Chile fue Carla Lobos.