[1] Una noche, el Sr. Burns le cuenta a su asistente Smithers que está considerando vender la Planta Nuclear de Springfield para poder buscar otros intereses.
Burns acepta, vende la planta y se marcha, buscando aventuras, mientras Smithers continúa como empleado en la misma.
Mientras tanto, Burns la está pasando bien en su retiro y decide ir a beber una cerveza con Smithers.
Los inversionistas alemanes, mientras tanto, descubren que la planta necesita reparaciones a muy elevados costos y deciden venderla antes de perder dinero.
Burns, notando su desesperación para venderla, les ofrece US$50 millones por la planta, y reluctantemente aceptan la mitad de lo que le pagaron.