Burbuja inmobiliaria

Alemania y Japón presentan diferencias, en el primer caso, por los costes de la llamada Reunificación alemana, y, en el segundo, por el pronto estallido de la burbuja tras un alza inicial extraordinariamente exagerada (véase: Burbuja financiera e inmobiliaria en Japón).Los medios de comunicación especializados[3]​ y otras personalidades relevantes del mundo económico[4]​ informaron de la burbuja, tardíamente y sin excesiva franqueza, por los créditos a corto plazo que proporcionaba, lo que, al final, ha contribuido a amplificar innecesariamente el resultado desastroso.Los principales países afectados han sido Dinamarca, Australia, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Holanda, Noruega, España, Portugal, Suecia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Gran Bretaña y Estados Unidos, entre otros, cada uno con intensidad diferente y sus especialidades.Por su propia dinámica, la burbuja inmobiliaria ya se encontraba muy madura en 2004, si bien todavía habría que esperar entre uno y dos años más para su desmoronamiento final.El avance del precio de la vivienda, que había sido estridente entre 2001 y 2005, se frenó.
La burbuja inmobiliaria en Gran Bretaña : precios de los inmuebles, ajustados a la inflación, desde 1975 hasta 2006.