Bungarus flaviceps

La potencia del veneno ha sido poco estudiada, dado que las mordeduras de esta especie son extremadamente raras.

[5]​[6]​ Tienen colmillos cortos, huecos en sus huesos maxilares, con entradas en las bases y salidas cerca de sus puntas.

A pesar de su letalidad, generalmente no se consideran de alto riesgo para los seres humanos durante el día, ya que están aletargadas, lo que las hace lentas; a menudo permanecen ocultas durante el día y si son molestadas presionan la cabeza contra el suelo o la ocultan bajo su cuerpo enroscado.

Entre 20 minutos y varias horas después de la mordida, la víctima puede tener grandes dificultades para mantener los ojos abiertos.

[7]​ Su veneno contiene también una neurotoxina postsináptica recientemente descubierta, llamada κ-flavitoxina, la cual es una potente inhibidora de la trasmisión nicotínica en ganglios autónomos.