[3] La ciudad fue mencionada por primera vez en documentos escritos a comienzos de 1459 y desde entonces ha pasado por muchos cambios.
Además, en el centro de la capital hay un pequeño lago artificial, el Cismigiu, rodeado por los jardines Cișmigiu, que tienen una rica historia, siendo frecuentado por poetas y escritores.
Inaugurado en 1847 y con base en los planes del arquitecto alemán Carl F. W. Meyer, los jardines son el principal centro recreativo de la ciudad.
Pese a que las precipitaciones y la humedad son bajas en verano, existen fuertes tormentas ocasionales.
Estas sutiles elevaciones, aunque no son espectaculares, aportan cierta variación al paisaje llano de la ciudad.
Estos elementos permiten vislumbrar el paisaje original de la ciudad y ofrecen oportunidades recreativas a los residentes.
En este tiempo, debido a la prohibición por Ceauşescu del aborto y la contracepción, el aumento natural fue significativo.
Las privadas, sin embargo, tienen una dudosa reputación entre el público debido a irregularidades en el proceso educativo,[24] así como casos de corrupción.
[26] Pese a ello, en los últimos años ha crecido el número de estudiantes procedentes del extranjero en sus universidades, principalmente desde Asia.
Estos centros están pensados para ofrecer una amplia gama de servicios, desde atención primaria hasta tratamientos especializados.
Estas instituciones suelen atender a una clientela mejor pagada, incluidos expatriados y personas con seguro privado.
Bucarest se enfrenta a diversos problemas de salud pública, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer.
Estas afecciones suelen estar relacionadas con factores del estilo de vida, la contaminación ambiental y las disparidades socioeconómicas.
Sin embargo, los avances han sido desiguales y sigue habiendo problemas para garantizar que todos los residentes tengan acceso a una atención sanitaria de calidad.
Sin embargo, los avances han sido lentos y sigue habiendo problemas para garantizar que todos los residentes tengan acceso a una atención sanitaria de calidad.
Las inversiones en infraestructuras, tecnología y recursos humanos serán cruciales para garantizar que todos los residentes tengan acceso a una asistencia sanitaria de calidad.
Esta diversidad religiosa contribuye a la riqueza cultural de la ciudad y refleja su carácter cosmopolita.
En resumen, Bucarest es una ciudad con una rica diversidad religiosa, donde la Iglesia Ortodoxa Rumana desempeña un papel central, pero donde también coexisten comunidades de otras confesiones.
La pequeña delincuencia, sin embargo, es más común, en particular en forma de hurto, que ocurre principalmente en la red del transporte público urbano.
[52] La economía de Bucarest se centra principalmente en la industria y los servicios, con estos últimos creciendo particularmente en importancia en los diez años pasados.
En este momento, la ciudad está experimentando un auge al por menor, con una gran cantidad de supermercados, e hipermercados, construyéndose cada año.
En cuanto a las artes visuales, la ciudad cuenta con museos que ofrecen tanto el arte rumano clásico como contemporáneo, así como una selección de trabajos internacionales.
El Museo Zambaccian, que está situado en la antigua casa del coleccionista de arte Krikor H. Zambaccian contiene obras de reconocidos artistas rumanos, así como artistas internacionales como Paul Cézanne, Eugène Delacroix, Henri Matisse, Camille Pissarro, El Greco y Pablo Picasso.
El Museo del Pueblo, en el parque Herăstrău, contiene 272 edificios auténticos y granjas campesinas de toda Rumania.
Durante este tiempo, la ciudad creció en tamaño y riqueza tratando de emular a otras grandes capitales europeas como París.
Los principales diarios de Bucarest son Evenimentul Zilei, Jurnalul Național, Cotidianul, România Liberă, Adevărul y Gândul.
Sus partidos no son sólo acontecimientos deportivos, sino fenómenos culturales que unen y dividen a los habitantes de la ciudad.
Bucarest también ha sido sede de varios acontecimientos deportivos internacionales, lo que demuestra su capacidad para organizar y acoger competiciones a gran escala.
Estos acontecimientos no sólo aportan beneficios económicos, sino que también promueven un sentimiento de orgullo y unidad nacionales.
Los partidos de hockey sobre hielo se llevan a cabo en el Patinoarul Mihai Flamaropol, que posee 8 000 espectadores.