Bryce destaca por sus estructuras geológicas únicas, llamadas chimenea de hadas, que se formaron por la erosión causada por el viento, agua y hielo.
El nombre del parque también se usó para denominar a un programa informático encargado de simular en tres dimensiones los paisajes geográficos.
Al otro lado del valle se puede observar el borde de la meseta Kaiparowitz.
Los estudios arqueológicos en el propio cañón y en la meseta Paunsaugunt demuestran que ha habido asentamientos humanos en la zona desde hace 10 mil años.
Los indios Paiute colonizaron el área de los valles y mesetas en la misma época que los anteriores habitantes los abandonaron.
Estos indios eran predominantemente cazadores / recolectores aunque también completaban su dieta con algunas verduras que cultivaban.
De hecho, en lengua Paiute se denomina a los Anka-ku-wass-a-wits, que significa “caras rojas”.
La primera gran expedición científica la realizó el oficial del ejército John Wesley Powell en 1872.
También creó un canal para regar sus cultivos y dar de beber a sus animales.
Una combinación de sequía, crecidas e inundaciones provocó la huida de los pocos Paiute que quedaban en la zona y obligó a los colonos a crear una canal desde el río Sevier para drenar los terrenos.
El intento fue fallido y los colonos, incluida la familia Bryce, huyeron de la zona.
Humphrey comenzaron a expandir sus recuerdos sobre la belleza del lugar por todo el Estado.
Sin embargo, los pobres accesos al área y la falta de lugares para pernoctar mantuvieron las visitas en un número mínimo.
En ese mismo año se construyó una carretera sobre la meseta para permitir un mejor acceso a la zona alta del anfiteatro.
En 1931, el presidente Herbert Hoover amplió el parque con terrenos al sur del mismo.
Los mamíferos descienden a cotas más bajas para evitar el intenso frío de las alturas.
Estos organismos reducen la erosión y fijan el nitrógeno en el suelo, lo que ayuda a retener nutrientes.
Algunos senderos se entrecruzan permitiendo a los usuarios cambiar de ruta sobre la marcha.
La oscuridad del cielo convierte al parque en uno de los mejores lugares para observar las estrellas.
La zona A del campamento norte está abierta durante todo el año.
Las demás zonas y el otro campamento abren desde mediados de primavera hasta otoño.