La embarcación de guerra llamada bergantín apareció originalmente en el siglo XIII en el mar Mediterráneo, y se refería a un buque de guerra impulsado por velas latinas y remos.
Los bergantines se emplearon, principalmente, para el tráfico mercante, pero también como buques corsarios debido a que su gran velocidad les permitía escapar de navíos y fragatas y dar alcance a cualquier transporte; por ello se convirtió en uno de los más apreciados por los piratas.
La parte de bergantín: el trinquete (primer palo) formado por tres piezas (mástil, mastelero, mastelerillo) esta aparejado con velas cuadras.
La parte de goleta: el palo principal, mecena, etc (segundo, tercero, etc. palo) formados por dos piezas (mástil, mastelero) están aparejados cada uno con una vela cangreja y sobre esta, una vela escandalosa.
Las bricbarcas podían tener cuatro o más palos; esto es, al centro se tenían dos o tres palos mayores, pero siempre solo el último (de mesana) era el de velas cangreja y escandalosa.