Únicamente Cú Chulainn pasó la prueba, y fue juzgado digno de la porción del campeón.
(Dos motivos en esta historia, la porción del campeón y el reto de la decapitación, son mencionados por el escritor griego Posidonio como prácticas de los antiguos Celtas.
Bricriu siguió a Fergus mac Róich al exilio en Connacht tras los sucesos de Deirdre.
Mientras permaneció como huésped en Cruachan causó muchos problemas a Fergus y una de sus amantes, Flidais, lo que culminó en el Táin Bó Flidhais.
Más tarde, Bricriu se recupera pero muere en Cruachan al final del Táin Bó Cúailnge, arrollado por los dos toros en su lucha.