Realizó su primer papel en la película para televisión Sybil (1976), del director Daniel Petrie, junto con Joanne Woodward y Sally Field.
Al año siguiente participó en la serie de TV Raíces.
Entre ellas destacan Chariots of Fire (Carros de fuego) y Querelle, esta última del director Rainer Werner Fassbinder.
Su última aparición fue un cameo en la película The Player, del director Robert Altman, donde se interpretó a sí mismo.
Una biografía escrita en 1997 por su viuda, Susan Bluestein, afirma que Brad Davis no era homosexual y que, si bien consumía cocaína, no era adicto a la heroína.