Juan Cromberger dejaba nueve hijos, pero el mayor, Jácome, contaba solo quince años y aún no estaba preparado para llevar los negocios familiares, por lo que su madre se hizo cargo de ellos en el periodo llamado de transición (1541-1545).
[2][3] A diferencia de otras viudas, Maldonado no se volvió a casar llevando directamente ella la imprenta y hasta los negocios de América.
[3] Con talento comercial, sabía sacar partido a los gustos del público.
Incluyó en su catálogo ediciones en línea con el interés por Erasmo en la Sevilla de la época.
Para las grande ferias como la de Medina del Campo, o cuando zarpaban naves para América era capaz de sacar una producción extra, subcontratando la impresión con otros talleres sevillanos.