Su temperatura promedio anual es, por lo general, superior a los 24 °C,[1] y su humedad es muy variable.
[2][3] Debido a estas dificultades, la información sobre la extensión de los bosques tropicales varía según las fuentes.
Incluso cuando no llueve, estas nubes mantienen la selva cálida y húmeda.
Su precipitación usual es de 1000 a 2000 mm anuales y en los bosques muy secos son inferiores a 1000,[1] pudiendo llegar tan poco como 100 mm en el bosque seco ecuatorial peruano.
En un bosque estacional, los elevados árboles emergentes pierden su follaje durante la temporada de estiaje[9] (de donde proviene el nombre de "semiperennes" o subperennifolio), aunque las palmas y otros árboles del dosel inferior lo conservan y se mantiene siempre verde el bosque debido a la persistencia de los estratos inferiores, así pues este bosque no llega a presentar el aspecto seco del bosque tropical seco durante la estación desfavorable.
Estos bosques son muy diferentes a los de tierra firme, que se encuentran en suelos bien drenados.
Se caracterizan por tener una menor diversidad de árboles y un dosel menos desarrollado.