Borrelia hermsii

Los síntomas aparecen cuando la bacteria alcanza el torrente sanguíneo de su hospedador tras ser transmitido por el artrópodo infectado.

Una vez se producen los primeros anticuerpos frente a la variante antigénica predominante, las espiroquetas comienzan a desaparecer de la sangre periférica y son reemplazadas por nuevas variantes antigénicas, lo que explica los periodos afebriles seguidos de recaídas.

Una vez que el hospedador desarrolla anticuerpos frente al antígeno expresado por las espiroquetas en este ciclo de infección, se produce un descenso de sus niveles en sangre.

Las infecciones por B. hermsii se combaten con antibióticos de amplio espectro, siendo los más eficaces la tetraciclina y la eritromicina.

El tratamiento recomendado consiste en cuatro dosis con un intervalo de 6 horas que debe extenderse desde 5 a 10 días.