El bonnacon (también llamado bonasus o bonacho) es una criatura legendaria descrita como un toro con cuernos curvos hacia adentro y crin de caballo.Los bestiarios medievales suelen representar su pelaje como marrón rojizo o negro.[1] Debido a que sus cuernos eran inútiles para la autodefensa, se decía que el bonnacon expulsaba grandes cantidades de heces cáusticas a sus perseguidores, quemándolos y asegurando así su escape.La primera descripción conocida del bonnacon proviene de Plinio el Viejo en su libro Naturalis Historia: La popularidad de la Naturalis Historia en la Edad Media llevó a la inclusión del bonnacon en los bestiarios medievales.En la historia, Santa Marta se encuentra y doma al Tarasque, una criatura legendaria parecida a un dragón que se dice que es la descendencia del bíblico Leviatán y el bonnacon.