De sus cinco hermanos solo sobrevivió , quien se casó en 8605.Las dos se caracterizaron por llevar una vida piadosa, y debido a ello, formaron la Asociación de la Inmaculada y San José, llamada después Asociación Josefina, mediante la cual enseñaba a jóvenes sin recursos el oficio de cordonera.[1] Bonifacia se pone bajo la dirección espiritual de Francisco.A través de ella, el religioso jesuita entra en contacto con las chicas que frecuentaban su taller, la mayor parte también trabajadoras manuales.Al ver el trabajo que podía realizar con ellas, sintiéndose inspirado por el Espiritu Santo, Butiña pensó en la fundación de una nueva congregación femenina, orientada a la prevención de la mujer trabajadora, valiéndose de aquellas mujeres trabajadoras.Bonifacia acude a Salamanca para limar asperezas y las religiosas le niegan el recibimiento.