Vi que el lado norte del edificio había sido alcanzado.
Inmediatamente la segunda bomba alcanzó el lado sur, que podía ver claramente desde mi casa.
Casi todos estábamos sentados en dos habitaciones, una para hombres y otra para mujeres.
Human Rights Watch identificó al menos 106 personas asesinadas, pero el número podría ser muy superior.
[1] Una investigación de Airwars identificó 133 víctimas, pertenecientes a catorce familias distintas, y afirmó que muchos cadáveres siguen enterrados bajo los escombros.
El informe «no encontró evidencia de un objetivo militar en las cercanías del edificio en el momento del ataque israelí, lo que hace que el ataque sea ilegalmente indiscriminado según las leyes de la guerra», y agregó que, las autoridades israelíes, no habían proporcionado ninguna justificación para el ataque.