Además 122 ambulancias habían resultado destruidas debido a los ataques israelíes.
Además, han sido destruidas 134 sedes gubernamentales, 95 escuelas y universidades han quedado completamente fuera de servicio, 295 centros de enseñanza parcial o totalmente destruidos, mientras que más de 380 mezquitas han sido total o parcialmente destruidas, así como tres iglesias.
Israel negó haber utilizado tales municiones en Gaza después de que Human Rights Watch (HRW) acusara a las fuerzas israelíes de utilizarlos durante operaciones militares en Gaza y el Líbano.
[11] Según informó la Media Luna Roja Palestina, el ejército israelí ordenó a los encargados del hospital Al Quds, ubicado en la Ciudad de Gaza, que evacuasen el hospital donde se encontraban al menos 12 000 civiles desplazados (el 70 % son niños y mujeres) y 400 pacientes, o en caso contrario «sufrir las consecuencias».
[12] La organización emitió un comunicado en la red social X: «Llamamos a la comunidad internacional a actuar con urgencia, evitando otra catástrofe como la del hospital Al Ahli» y «¿Existe una potencia mundial capaz de detener las amenazas del ejército de ocupación israelí sobre bombardeos en hospitales con civiles inocentes en su interior?».
[18] El 13 de diciembre, la revista Jacobin informó que 240 personas estaban atrapadas en Al Awda, rodeadas por francotiradores israelíes, sin agua potable y sobreviviendo con una comida diaria de pan o arroz.
El personal del hospital negó que hubiera militantes armados en las instalaciones.
[27] El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, respondió en X (Twitter) diciendo que estaba «consternado» por las fuerzas israelíes y sus acciones contra el Hospital Indonesio al mantener a los heridos y al personal médico dentro del edificio mientras lo asediaban.
Además, numerosos trabajadores de la salud han sido secuestrados, como el (Dr.) Muhammad Abu Salmiya, director del hospital al-Shifa, el más grande de Gaza, cuyo paradero aún se desconoce.
El director del hospital explicó que «ejecutaron a los tres hombres mientras dormían en su habitación.
[34] Ese mismo día, tanques israelíes se apostaron en el patio delantero del hospital Al-Amal de Jan Yunis y comenzaron a disparar al personal sanitario y a los desplazados allí refugiados.
[34] El 31 de enero, Médicos Sin Fronteras declaró que Israel había llevado a cabo «ataques sistemáticos contra instalaciones de salud» que, según dijeron, no tenían precedentes para su organización.
[41] Reem Abu Lebdeh, miembro del consejo directivo de Médicos Sin Fronteras en el Reino Unido, murió en un ataque aéreo israelí en Jan Yunis.
[48] Mohammed al-Mughair, miembro de los servicios de emergencia palestinos, denunció que Israel apuntó incluso contra aquellos que iban a socorrer a las víctimas, según declaraciones al canal catarí Al Jazeera.
[50] El 6 de diciembre, el ejército israelí atacó desde aire y tierra el hospital Kamal Adwan en Beit Lahia.
Una serie de bombardeos impactaron en los sectores norte y oeste del hospital sin herir a nadie, y poco después fueron acompañados de ataques directos desde tierra que dejaron unos treinta cadáveres por todo el hospital y sus alrededores, incluidos los de cuatro miembros del personal médico.
Durante el ataque, que tuvo lugar sin previo aviso, el ejército israelí ordenó a médicos y pacientes, entre estos más de cien heridos ese mismo día, que abandonaran el hospital.
Miembros del personal médico liberado tras el ataque al hospital Kamal Adwan denunció que les golpearon y les obligaron a caminar desnudos hacia el sur de la Franja.
El ataque mató a dos trabajadores del cuerpo de rescate y destruyó una ambulancia.
[61] Finalmente fue asaltado lo que provocó la muerte de todo el personal y los pacientes.
Además, han sido destruidas 134 sedes gubernamentales, 95 escuelas y universidades han quedado completamente fuera de servicio, 295 centros de enseñanza parcial o totalmente destruidos, mientras que más de 380 mezquitas han sido total o parcialmente destruidas, así como tres iglesias.
[72] El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que ningún otro conflicto ha causado tanto daño a los empleados de las Naciones Unidas.
Este incidente marcó la acción militar más reciente de Israel que ha impactado las actividades humanitarias en la sitiada región palestina.
World Central Kitchen, la organización benéfica fundada por el chef José Andrés, anunció el martes por la mañana que suspendería temporalmente sus operaciones en la zona.
Esta decisión asestó un duro golpe a la ruta marítima recientemente establecida para la asistencia alimentaria, ya que los barcos cargados con provisiones partieron de Gaza poco después de su reciente llegada.
La pérdida de siete vidas, incluida la del trabajador palestino Saifeddin Issam Ayad Abutaha, se suma al ya elevado número de trabajadores humanitarios fallecidos en Gaza desde que el inicio del conflicto.
Según declaró la ONG estas ataques revelan fallos fundamentales en el sistema de eliminación de conflictos, destinado a proteger a los trabajadores humanitarios y permitirles entregar ayuda humanitaria.
«Los aliados de Israel deben reconocer que estos ataques que han matado a trabajadores humanitarios han ocurrido una y otra vez, y deben detenerse».
Estos actos deliberados contra la atención médica sólo pueden verse como una táctica de limpieza étnica, destinada a causar una grave emergencia sanitaria y hacer que la zona sea inhabitable para quienes sobrevivan.
[83] Los grupos de ayuda pidieron medidas urgentes para detener los ataques a la atención sanitaria en Gaza.