Está situado a 1148 m de altitud respecto del mar Mediterráneo, muy cerca de la frontera francesa y sobre terrenos que corresponden a laderas de las estribaciones pirenaicas, en una zona muy soleada a la que denominan La Solana.
Predominan las segundas residencias en edificaciones con acabados de piedra y madera.
Posteriormente llegaron los romanos y se asentaron en el lugar debido al emplazamiento estratégico que ocupaba el poblado.
Además, ayudaron a mejorar la defensa estratégica y militar del asentamiento.
Finalmente, los íberos se levantaron en armas contra los romanos, pero tuvieron que capitular.
Terminaron por aceptar la romanización y abandonaron el poblado para establecerse en Julia Lybica (actual Llivia).
En el año 1233, la torre conocida como "forcia noviter facta apud Bolvir" fue destruida por la concordia entre Nunyó Sanç y el conde de Foix.
Se basa en la agricultura, principalmente de cereales y la ganadería.