Asimismo, también se contrata en bolsa la renta fija, tanto deuda pública como privada.
Dentro de esta coyuntura en Cataluña se empiezan a producir ciertos cambios estructurales: En la industria textil la modernización está ligada a la aparición del vapor y, en definitiva, al maquinismo.
Algo similar, si bien diferente en intensidad y orientación, sucede en el naciente sector metalúrgico.
Asimismo empiezan a aparecer sociedades mercantiles de gran dimensión.
En segundo lugar, para que las nuevas compañías, aunque acuerdan la suscripción del capital total, no piden su total desembolso, sino que se reclamando a través de aportaciones parciales en el transcurso del tiempo, es decir, utilizando la práctica del dividendo pasivo.
En cualquier caso la Bolsa de Barcelona sigue siendo un mercado libre (no oficial), es decir, regido por normas consuetudinarias modificadas por acuerdos de los participantes y, por tanto, no sujeto a regulaciones específicas promulgadas por autoridades gubernamentales.
La Bolsa de Barcelona evoluciona en diferentes épocas, tanto desde el punto de vista institucional y organizativo como en aquellos aspectos técnicos referentes a contratación, liquidación y supervisión.