[5] Además, se vendieron productos como botones, pegatinas para los parachoques y camisetas con lemas como «Un día sin derechos humanos es como un día sin sol»[5] en referencia al lema publicitario Breakfast without orange juice is like a day without sunshine (en español «un desayuno sin jugo de naranja es como un día sin sol»).
[2] Las ventas y las ganancias se destinaron a activistas de los derechos de los homosexuales para ayudar a financiar su lucha contra Bryant y su campaña.
[5] En San Francisco, la agrupación San Francisco Tavern Guild distribuyó carteles que decían: "Para promover los derechos humanos, este establecimiento no sirve jugo de naranja de Florida ni jugo de naranja concentrado".
No importa lo que decidamos, sólo vamos a perder.
[7] El boicot fue apoyado por celebridades, entre ellas Jane Fonda, Paul Williams y Vincent Price, quien bromeó en una entrevista televisiva diciendo que Una mujer sin importancia de Oscar Wilde se refería a ella.