[3] La herida de la epidermis (WE), estructura conformada por una sola capa celular, es necesaria para la regeneración de la estructura, y prolifera para formar el capuchón apical ectodérmico.
[4] Las matriz extracelular es degradada mediante hidrolasas ácidas como la cathepsina D, ácido phosphatoso, β-glucoronidasa, hidrolasas de ester carboxílico y metaloproteinasas de matriz (MMPs).
Se ha observado una expresión elevada de MMPs durante la formación del blastema.
Otros posibles candidatos para desempeñar esta tarea son los neuritos que se van extendiendo al blastema, e incluso se ha planteado la posibilidad de que las células del propio blastema sean las encargadas de secretar las proteasas.
[4] Los miotubos multinucleados, tras ser liberados del ciclo celular, ingresan en el blastema y dan origen a células mononucleadas proliferantes, capaces de diferenciarse en un amplio rango de tejidos presentes en la estructura en regeneración.
El mecanismo mediante el cual los núcleos de los miotubos son inducidos al reingreso del ciclo celular, se da mediante un factor proveniente del suero creado por la trombina.
Por ello, se pudo concluir que la diferencia en la respuesta podía estar relacionada con la capacidad regenerativa entre salamandras y mamíferos.
En estudios en los cuales se expresaba ectópicamente este factor de transcripción, se observó una clara inhibición en el proceso de miogenesis, mediante la regulación del gen para MyoD.
[4] Otros genes posiblemente relacionados con el proceso de disferenciacion son Nrad, radical fringe, y notch.
La segunda población consiste en tipos celulares que poseen patrones de migración hacia la estructura durante su regeneración.
Esta migración se encuentra mediada por señales posicionales provistas por células de la primera población.
Anteriormente se pensaba que el blastema temprano disponía de poca vascularización, con vasos sanguíneos creciendo distalmente en estadios más desarrollados derivados de vasos preexistentes en el muñón.
Sin embargo, se ha observado que la vascularización es un proceso que se da de forma mucho más temprana en estadios del blastema, donde los vasos sanguíneos son derivados de células de vasos afectados por el daño en zonas mucho más proximales al muñón.
Estas células proliferantes contribuyen de forma activa a la formación del blastema y, además, presentan asociaciones cercanas con los axones que están siendo regenerados, para formar nuevamente la envoltura de nervios en la extremidad.
Sin embargo, el tejido conectivo es la estructura que mayor contribución presenta en la formación del blastema y su consecuente regeneración.
En estudios realizados donde el tejido conectivo que rodea los elementos esqueléticos era eliminado, se observó un patrón de formación del blastema mucho menor que cuando éste se hallaba presente.
Estos miotubos multinucleados, al ser insertados en el blastema, reingresan en el ciclo celular al estimularlos con suero, y son fragmentados en células mononucleadas formadoras de blastema.
Estas células responden a los daños mediante la incorporación de 3H-thimidina, y a la proliferación y fusión para formar miotubos, usando un mecanismo celular similar al de la línea A1.
Este factor es imperativo para mantener un grado alto de proliferación en las células del blastema.
En primer lugar puede funcionar como un factor de angiogénesis, debido a que el tejido en regeneración necesita y desarrolla el suministro sanguíneo poco después de haberse generado un daño en el tejido.
El establecimiento temprano de la punta distal garantiza que los tejidos en regeneración sean siempre un reemplazo exacto de la porción del patrón que ha sido eliminado por la amputación.
Adicionalmente, el blastema distal señaliza al muñón proximal, incentivando la proliferación y regeneración de las estructuras intermedias ausentes.