Blarina brevicauda

El epíteto específico, brevicauda, es una combinación del latín brevis y cauda, que significa «cola corta».

La especie ha sido dividida en 11 subespecies con base en características morfológicas, que se agrupan en dos semiespecies: B. b. brevicauda y B. b. talpoides; tales categorizaciones fueron respaldadas en un estudio de sistemática molecular sobre la secuencia del citocromo b mitocondrial.

[1]​ Están presentes tres glándulas odoríferas bien desarrolladas, una a cada lado del animal y una colocada ventralmente; el olor puede usarse para marcar territorios, si bien se cree que el sentido del olfato de la musaraña es malo.

Se cree que la especie surgió a mediados o finales del Plioceno .

[1]​[3]​ Las densidades poblacionales generalmente oscilan entre cinco y 30 musarañas por hectárea, pero rara vez superan las 200/ha.

[1]​ Tanto hábitats perturbados como no perturbados son usados por la musaraña septentrional de cola corta, incluyendo pastizales, campos viejos, cercados, áreas pantanosas, bosques caducifolios y de coníferas y jardines domésticos,[1]​[3]​ si bien sus hábitats preferidos son aquellos que están húmedos con hojarasca o cubierta vegetal espesa.

[1]​ Estas musarañas consumen hasta tres veces su peso en comida cada día.

[9]​ La toxina es lo suficientemente fuerte como para matar animales pequeños, incluyendo algunos un poco más grandes que la musaraña misma, y produce mordeduras dolorosas para los humanos que intentan manipular la musaraña.

[11]​ Este patrón estacional se debe a irradiación solar y a temperaturas diarias cambiantes, y permite que las musarañas minimicen la energía necesaria para la termorregulación.

[3]​ Son típicamente solitarias,[2]​ las musarañas septentrionales de cola corta emplean varias exhibiciones y vocalizaciones agresivas para alejar a otros miembros de la especie cuando ocurren encuentros.

[3]​ Se ha observado que machos en cautiverio emiten chasquidos al cortejar a una hembra.

[2]​ Las hembras fortalecen los nidos cuando las crías están siendo amamantandas y son más activas a la hora de satisfacer sus crecientes necesidades nutricionales.

[1]​ Estas musarañas son presa de numerosos depredadores: truchas, serpientes, aves rapaces, cánidos, gatos, mustélidos, zorrillos, mapaches y zarigüeyas,[1]​[3]​ aunque mamíferos carnívoros parecen ser alejados por el olor a almizcle producido por las glándulas odoríferas de las musarañas.

Blarina brevicauda es conocido por su ecolocalización.