[7] Descrito como Bos bison por Linneo en 1758, hay autores que aún lo denominan de esa forma.
Su período de gestación dura entre 260 y 280 días, tras el cual nace una sola cría que es cuidada durante un año.
El hábitat más típico son las praderas abiertas o semiabiertas, así como la artemisa, las tierras semiáridas y los matorrales.
Algunas áreas ligeramente arboladas también son históricamente conocidas por haber servido de hogar al bisonte.
Los usos incluían alimentación, abrigo, indumentaria religiosa, combustible (se secaban las deyecciones al sol) y materiales de construcción.
Cuando muchas de las naciones nativas, incluyendo la miami, smhawnee y potawatomi, fueron desplazadas, el bisonte americano fue cazado casi hasta su extinción en el siglo XIX, quedando solo 750 ejemplares hacia 1890.
[11] Los relatos orales de las tribus confederadas Salish y Kootenai recuerdan a un hombre de la tribu Pend d’Oreille llamado Atatice que sabía que era necesario hacer algo cuando los búfalos desaparecieron.
Su padrastro, Samuel Walking Coyote, los vendió a los comerciantes de caballos Michel Pablo y Charles Allard en 1884.
La manada de Pablo siguió creciendo y desplazándose libremente a lo largo del río Flathead.
En 2009 se inició un proyecto para reintroducir al bisonte americano en México (animal muy común siglos atrás en zonas del norte del país); en noviembre de ese año, fue liberada una primera manada de 23 bisontes (veinte hembras y tres machos) provenientes del parque nacional Wind Cave (Estados Unidos) y destinados a las reservas naturales de El Uno en Janos, Chihuahua.
UU., tras su gran matanza en el siglo XIX, el número de bisontes que quedaban vivos en Norteamérica descendió hasta 541 ejemplares.
Los animales cruzados resultantes no demostraron ninguna forma de vigor híbrido, por lo que se abandonó la práctica.
National Bison Association) ha adoptado un código ético que prohíbe a sus miembros cruzar deliberadamente bisontes con cualquier otra especie.
El bisonte americano tiende a pastar más y migra menos que sus parientes europeos.
Los cuernos del bisonte europeo apuntan hacia adelante, haciéndolo más adepto a la lucha.