Biskupiec

En 1395, en virtud del derecho de Culm, el obispo Enrique III Sorbom concedió privilegios de ciudad a la localidad que se había desarrollado próxima al castillo.

La ciudad tomó partido con la Confederación Prusiana, a cuya solicitud el rey Casimiro IV Jagellón firmó el acta de incorporación de la región a Polonia en 1454.

Su nombre fue polonizado a Biskupiec y su población alemana restante fue expulsada.

A pesar de ser destruida numerosas veces, se ha conseguido preservar en gran medida su diseño medieval.

El punto más emblemático de la ciudad es su iglesia gótica del siglo XVI dedicada a San Juan Bautista (Kościół p.w.

Iglesia gótica de San Juan Bautista
Capilla de carretera típica de Varmia.