Biofortificación

Esto puede ser hecho a través del mejoramiento convencional o usando ingeniería genética para generar cultivos transgénicos.

La biofortificación se distingue de la fortificación tradicional porque está enfocada en lograr que los alimentos sembrados sean más nutritivos desde la semilla en lugar de enfocarse en añadir sustancias a los productos cuando son procesados por la industria.

Esto supone una ventaja sobre la fortificación tradicional cuando se intenta proveer más vitaminas y minerales a sectores rurales de bajos recursos pues estos últimos rara vez tiene el acceso a productos de alimentación comercialmente fortificados.

Las cosechas deben ser criadas con las cantidades suficientes de sustancias nutritivas para tener un impacto positivo sobre la salud humana.

[8]​[9]​ Como tal, aumentando los niveles micro-nutritivos en las cosechas puede ayudar a prevenir y reducir las carencias micro-nutritivas En una prueba en Mozambique, comiendo papas biofortificadas con la beta-carotene redujo en 24% el índice de deficiencia de vitamina A en niños.

Ocasionalmente suele haber dificultades en conseguir que los alimentos biofortificados sean aceptados, sobre todo cuando tienen características diferentes a sus contrapartes no alteradas.

Por ejemplo, las comidas adicionadas con vitamina A suelen ser de color amarillo o naranja oscuro – esto por ejemplo es problemático para muchos en África, donde el arroz blanco es comido por humanos y el arroz amarillo es negativamente asociado con la alimentación animal o la ayuda alimentaria, o donde la papa blanca es preferida en contraste con su contraparte naranja.

El bol lejano en el lado derecho contiene Arroz Dorado , un ejemplo de biofortification utilizando ingeniería genética. El color dorado de los granos proviene del aumentó de cantidades de beta-carotene.