Binitarismo

En 1898, el teólogo alemán Friedrich Loofs utilizó el término "binitarismo monoteísta" en su artículo titulado en alemán Realencyklopädie für protestantische Theologie und Kirche, esto para hablar de una etapa temprana del cristianismo donde se pensaba a Cristo no como una preexistencia (lgoς), sino como πνευμα (ser espiritual) distinto de Dios que comenzaba al morar a Jesús-hombre.El término "binitarismo" entonces fue adoptado por Waldemar Macholz, estudiante de Loofs cercano a hablantes del latín.Posteriormente fue adoptado por Adolf Harnack, profesor de Loofs y popularizado en la Academia de teología por Joseph Barbel, Georg Kretschmar, Harry Wolfson, Raniero Cantalamessa, Manlio Simonetti y otros más.[2]​ Larry W. Hurtado, de la Universidad de Edimburgo, usa la palabra binitarian (binitario) para describir la posición de la devoción cristiana temprana a Dios, que atribuye al Hijo (Jesús) una exaltación que en el judaísmo estaría reservada solo para Dios, mientras afirmaba aún como en el judaísmo Dios es uno y está solo para ser adorado.[4]​Bogdan G. Bucur señala que para los primeros cristianos era posible que el Espíritu Santo no fuera representado como "un tercer poder divino en el cielo", Bucur retoma a Hurtado y dice que su aproximación a la experiencia religiosa como factor para unir la devoción del monoteísmo judío con la adoración temprana hacia Jesús es un factor clave, dicha experiencia religiosa era a menudo nombrada en los textos bíblicos como "estar en el Espíritu" o "lleno del Espíritu" y es lo que podría hacer posible la concepción de un "monoteísmo binitario" que integra la idea de la "Salvación en Jesús".Este punto de vista también afirma que el mismo Espíritu se le da a los hombres, convirtiéndolos en una nueva creación y compartiendo la misma esperanza de resurrección y exaltación.Esta interpretación de la creencia cristiana primitiva se cita a menudo en contraste con el trinitarianismo.Esto puede ser interpretado como la consideración que Melitón hacía de Cristo como Dios, así como también en torno al Padre.Más tarde, en 1897, Elena G. White publicó un panfleto que declaraba al Espíritu Santo "la tercera persona de la Deidad".[7]​ Por la mitad última del siglo XIX, el binitarianismo estuvo sostenido por un grupo relativamente pequeño de denominaciones eclesiásticas.
Friedrich Loofs (1858-1928), teólogo alemán, precursor en la utilización de la palabra binitarianismo .