La familia vivió en Florida, Alabama y Nueva Jersey antes de instalarse definitivamente en Houston, Texas, cuando Bill tenía siete años.
Hacia el año 1986 Hicks consumía drogas y sus recursos financieros habían menguado.
Sin embargo, su carrera dio un vuelco en 1987 cuando apareció en el especial Young Comedians Special de Rodney Dangerfield.
En su álbum Relentless bromea con que dejó de tomar drogas porque “una vez has sido abducido por un ovni, es difícil equipararlo”.
Aun así, en sus shows, continuaba ensalzando las virtudes del LSD, la marihuana y las setas psicodélicas.
Su adicción a la nicotina, la pasión por fumar y los intentos ocasionales por dejarlo fueron temas recurrentes en sus actos en los años consecutivos.
En 1988 Hicks firmó por primera vez con un mánager profesional, Jack Mondrus, y en 1989 lanzó su primer vídeo, Sane Man.
En la década de los años 1970 hizo presentaciones en su ciudad natal Houston, Texas y fue muy popular en el Comedy Workshop.
En ese club de comediantes conoció a Sam Kinison, con quien entablaría amistad.
Comenzó a viajar sin descanso construyendo una pequeña fila de fieles seguidores.
En el Just For Laughs Festival en Montreal, Hicks fue un éxito de público y crítica.
En 1993 fue reverenciado por la revista Rolling Stone y fue nominado por tercera vez por la American Comedy Awards como "El hombre Stand Up del año".
También escribió una columna para la revista Scallywag de ese mismo país y el periódico The Nation.
Ya había grabado los shows Arizona Bay y Rant in E-Minor.
Lo cierto es que dicha actuación había sido aprobada previamente dos veces por el canal.