Lo digital —en este contexto— se relaciona con el hecho que la biblioteca es relativa en espacio y tiempo, porque sus límites funcionales no los marca la geografía y su disponibilidad temporal es instancia de la demanda de quien la consulta.
En términos históricos el concepto de biblioteca ha acompañado a las tecnologías y ha estado muy condicionado por las mismas.
En la Edad Media comenzó a utilizarse el pergamino como nuevo formato, hasta la invención de la imprenta en el siglo XV.
Se llega al concepto de biblioteca virtual cuando las colecciones y servicios bibliotecarios en sus diversas modalidades comenzaron a integrarse en un espacio en red.
Para ello es importante la colaboración entre informáticos, bibliotecarios, ingenieros y científicos en el diseño de las bibliotecas digitales.
Y por lo tanto, se incorpora en estas bibliotecas virtuales la información y documentos que el alumnado necesita durante el curso, como son libros digitales, artículos, ponencias, legislación, glosarios, etc.[15] Los docentes pueden encontrar en la red multitud de bibliotecas digitales que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje de su alumnado.
Ante esta tesitura, la biblioteca puede aprovechar la potencialidad de los blogs para establecer unos vínculos interactivos con sus usuarios más cercanos.
Espacios de aprendizaje: La biblioteca bloguera nos permite llevar a cabo actividades interactivas, atractivas, emocionantes y divertidas que buscan siempre la bidireccionalidad del aprendizaje, creando pues una atmósfera educativa fantástica.