Tras la muerte del compositor, el matrimonio de editores y músicos londinense Vincent y Mary Novello[nota 1] viajaron hasta Salzburgo en 1829 para visitar a la viuda de Mozart, Constanze Weber, que entonces vivía en la ciudad natal de su marido.
[5] A raíz de esa afición literaria, a Mozart, según Constanze, le atraían también la pintura y la escultura, y parece que él mismo cogió los lápices y los pinceles, como se deduce de un pequeño álbum que la viuda enseñó al matrimonio londinense.
Algunos de esos libros estaban en inglés o italiano, pero no había ninguno en francés (excepto libretos).
El primero de estos libros era un diccionario italiano-alemán inscrito por Mozart dos veces, una en italiano («Questo Dizionario appartiene à me / Wolfgango Amadeo Mozart.
[nota 3][7][8] El segundo consistía en una obra titulada Wochenblatt für Kinder zur angenehmen und lehrreichen Beschäftigung in ihren Freystunden, editado por Joseph May y Johann Strommer en Viena (1787 y 1788), del que Mozart era suscriptor.