[1][2] El exterior del edificio está decorado con el mural Representación Histórica de la Cultura, que realizó el artista mexicano Juan O'Gorman.
[4][5] En 1956 abrió sus puertas como Biblioteca Central, convirtiéndose así en el principal repositorio bibliográfico para todas las facultades que se encuentran a su alrededor.
En el año 2000 se realizó otra distribución del acervo y una segunda remodelación, con el objetivo de recuperar la idea arquitectónica original de la planta principal, crear la videoteca y tener una mejor iluminación natural.
Asimismo, se conservan ahí la colección «Tobías Chávez Lavista», que consta de 522 impresos y 23 manuscritos.
Destaca el Fondo Antiguo,[8] conformado por material impreso producidos entre los siglos XV y XVIII.
Los dos círculos del mural forman los ojos, la nariz se encuentra en la parte central inferior y las puertas de entrada al edificio equivalen a su boca.
De la idea original, solo se modificaron pequeñas variaciones en el proyecto final, como la elección del material para el color azul: ya que ningún tono en las piedras le satisfacía al creador del mural, decidió emplear vidrio coloreado[4][5] Todo el mural está armado como un códice: los símbolos y las figuras son las que hablan.
El sustento visual e ideológico de todo el mural fue la cultura prehispánica, pues O’Gorman sentía admiración por ella.
En opinión de O'Gorman, el imperio mexica se erigió, en gran medida, por su carácter guerrero.
Al centro del panel destacan dos círculos enormes que ilustran dos posturas antagonistas: a la izquierda está una figura circular donde se representa el sistema geocéntrico de Claudio Ptolomeo, en el cual el Sol gira alrededor de la Tierra; a la derecha está la figura circular que representa la concepción de Copérnico sobre el universo, donde la Tierra gira alrededor del Sol.
Aquí se repite la confrontación de elementos a ambos lados del eje central, en esta ocasión poniendo en juego la dualidad tradición-progreso, referidas a los dos aspectos del progreso social de México: la ciudad y el campo.
Aquí está simbolizada la unión de los opuestos que construye a la nueva sociedad mexicana; así participa el fuego como energía fundamental, a lo que se suma el trabajo del hombre, la energía del conocimiento que viene por la ciencia y la tecnología; y finalmente, la fuerza del espíritu, representada por el águila ascendente.
En este muro, el artista plasmó sus ideas sobre lo que deberían ser la Universidad y la cultura nacionales.
Aquí, el tema a desarrollar fueron la ciencia y la técnica, así como el papel que deben jugar los universitarios ante la sociedad mexicana.
Para ello, O´Gorman dispuso en las secciones laterales motivos prehispánicos, estudiantiles y populares, sin olvidar los deportivos.