Es un arbusto que crece hasta 1-1,2 m de alto.
La corteza no se pela y tiene un brillante color rojo cobrizo.
Es perennifolio, una adaptación al clima frío, según se cree, lo que permite a la fotosíntesis empezar sin haber hecho crecer antes nuevas hojas.
Hay dos subespecies: Betula nana fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 983.
[3] Betula: nombre genérico que dieron los griegos al abedul.