Bernardo de Mora

De origen mallorquín, muy joven se trasladó a Baza, población del Reino de Granada donde parece que ya se hallaban establecidos algunos parientes suyos.

Ambos artistas marcharán a la capital andaluza para cubrir el vacío que el fallecimiento del maestro ha ocasionado.

Tiene una intención realista, aunque no consigue la intensidad mística que alcanzan sus mejores colegas.

La suntuosidad que imprime a sus santos tiene algo de mundano.

De esta manera parece anunciar el rococó y el arte del siglo XVIII.