Bernardo Plantapilosa se sublevó al cabo de pocas semanas y fue desposeído.
Auxerre y Nevers fueron donadas a Roberto el Fuerte que además recibió el condado de Autun, expropiado a Bernardo Plantapilosa, que pudo ocupar en el 865.
Autun, vacante por la muerte de Roberto el Fuerte, fue devuelto a Bernardo Plantapilosa, reconciliado con el rey.
Auvernia fue entregado a Garí, quizás hijo del difunto Bernardo.
Hacia el 870 el rey debía asignar estos condados: Gerona y Besalú volvieron a Barcelona, con la que tradicionalmente estaban unidas; Cerdaña y Urgel fueron entregadas al hijo mayor de Sunifredo, Guifredo I el Velloso; y el Conflent al hijo segundo Miró el Viejo (los otros tres hijos Radulfo, Sunifredo y Riculfo no recibieron ningún condado).
No fue una rebelión directa contra el rey, pero Bernardo se oponía a los designios reales.
Murió después de esta fecha sin que se conozcan los detalles.