Sus creaciones evidencian su inclinación por los asuntos de género, cotidianos.
Fue amigo inseparable de Muñoz Degrain, al que atrajo a Málaga.
Entre sus muchos discípulos destacaron Moreno Carbonero, José Nogales, Blanco Coris, Enrique Simonet, José Denis Belgrano o Pedro Sáenz Sáenz, entre otros.
Otra obra suya que fue bastante conocida es El juicio de las botas.
[cita requerida] Fue enterrado en el Cementerio San Miguel de Málaga.