Bernardo Calvó Puig

[5]​ Anciano ya Gallés y con poca salud, le encomendó desempeñar su cometido en 1833 y dos años después, acaecida ya la muerte de su mentor, fue nombrado organista interino.[6]​ Durante ese periodo, compuso varias piezas, que llegaron a ejecutarse, entre las que se contaron rosarios con orquesta, motetes, misas y salmodias para órgano.[6]​ Los maestros que dirigieron sus estudios luego de su traslado a la ciudad condal fueron José Rosés, maestro de capilla del Pino, y Juan Quintana, organista de la misma parroquia.[7]​ Entre ellas se cuentan las siguiente: en 1843, un miserere a toda orquesta; en 1845, una misa; en 1847, una gran letanía y salve para Daroca; en 1848, La última noche de Babilonia, oratorio en dos partes a gran orquesta; en 1849, credo, a gran orquesta; en 1852, misa de réquiem, a gran orquesta, compuesta para las exequias tributadas al general Francisco Javier Castaños, duque de Bailén, y, al año siguiente, otra misa de réquiem para grandes coros que alternaban con el canto llano, acompañados de violas, corno-inglés, fagots, cuatro trompas, violonchelos y contrabajo, siendo, según apunta Baltasar Saldoni, la primera escrita en este género.[9]​ Escribió también una ópera en cuatro actos titulada Carlos il Temerario; otra cómica en dos, L'Astronomo, y una zarzuela en tres actos llamada Un novio en dos personas.