Bernardo Caballero Paredes

Doctorado en derecho civil y canónico por la Universidad de Salamanca, fue sucesivamente párroco de la iglesia de San Vicente del Berrocal, canónigo de la catedral de Ávila y fiscal de la Inquisición en Toledo y Zamora.Tras ocho años en Orihuela se trasladó a Lérida tras ser nombrado obispo de Lérida, de donde tuvo que salir precipitadamente durante la sublevación de Cataluña de 1640.Durante su mandato en la diócesis asturiana mandó construir la capilla de Santa Bárbara en la catedral de Oviedo para albergar el Santo Sudario; al mismo tiempo, patrocinó las obras de la iglesia de agustinas recoletas de su ciudad natal, donde todavía se conserva su escultura.Gracias a él, el «Misteri d'Elx» ha llegado hasta nosotros, pues Clemente VIII había prohibido las representaciones dentro de las iglesias.D. Bernardo dio normas precisas para que se pudiera conservar.