Bernardino Montañés

En 1848, el gobierno de Isabel II le beca para completar su formación artística en Roma.

Al regresar, se convirtió en docente auxiliar de dibujo en la academia madrileña, hasta convertirse en titular en 1859 y en director en 1886.

Es destacable también su trabajo durante varios años como conservador del Museo de Zaragoza.

Su obra ha sido considerada como ecléctica, al combinar las corrientes del neoclasicismo con el rococó.

La mayor parte de la producción artística de Montañés fueron retratos y pinturas religiosas, siendo muy solicitado por la sociedad aragonesa.