Inicialmente comercializado por Hoffman-La Roche como Rochagan y Radanil, su producción quedó descontinuada posteriormente.
Sin embargo, existe en la actualidad una iniciativa público-privada a través del Laboratorio Elea en Argentina tendiente a la elaboración del medicamento bajo el nombre comercial Abarax.
[4] Este gran avance fue posible gracias a la labor conjunta de la Fundación Mundo Sano, las compañías del Grupo Insud y la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi).
Años después de la infección, la enfermedad puede acarrear padecimientos cardiacos graves, así como afectar la deglución y la digestión.
A veces hay neuropatía periférica después del tratamiento prolongado.