Aparece como un fracasado pacifista en la obra, intentando impedir la violencia entre las familias Capuleto y Montesco.
(Para comparación, ver la derivación de Malvolio - voluntad enferma - en Duodécima Noche.)
Es normalmente retratado por Shakespeare como persona amable y reflexiva quién intenta cuidar de su primo.
Benvolio pasa la mayoría del primer acto intentando distraer a su primo de su enamoramiento con Rosalina pero siguiendo la primera aparición de Mercucio en I.iv, él y Mercucio se unen más hasta III.i.
Benvolio entonces desaparece de la obra (aun así, como Montesco, implícitamente puede estar incluido en el escenario en la escena final "entran Señor Montesco y otros" y es a veces confundido con Baltasar).