Se le da crédito por haber traído a Nueva Zelanda el estilo gótico renacentista.
Sus diseños góticos construidos con madera y piedra en la provincia son considerados únicos en Nueva Zelanda.
Hijo del fabricante de perfume Thomas Mountfort y su esposa Susanna (née Woolfield).
En un principio la vida en Nueva Zelanda fue dura y desagradable: Mountfort descubrió que había poca demanda de arquitectos.
http://www.biografiasycitas.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1512&Itemid=47 En 1857 regresó a la arquitectura emprendiendo un negocio con el nuevo marido de su hermana Susana, Isaac Luck.
El compartimiento estaba decorado al más puro estilo Ruskinesque, tallado por un escultor local llamado William Brassington, representando especies indígenas en Nueva Zelanda.
Este encargo tan importante puede parecer sorprendente, considerando la historia de Mountfort en Nueva Zelanda.
Como resultado de esta ideología, la arquitectura medieval fue declarada como más espiritual que la clásica neopalacianista del siglo XVIII y 19.
Esa teoría no fue exclusiva de los arquitectos, y continuo hasta bien entrado el siglo XX.
Sin importar la filosofía detrás de la reinserción del gótico, los gobernantes del imperio Británico sintieron que la arquitectura gótica era apta para las colonias, por sus fuertes connotaciones anglicanas, representando trabajo duro, moralidad y conversión de pueblos nativos.
Mientras su carrera progresava y se había demostrado a sí mismo frente a las autoridades que lo empleaban, sus diseños se desarrollaron hacia una forma más europea, con torres y altas líneas ornamentales en el techo a la manera francesa, un estilo que no era peculiar para Mountfort, pero era respaldado por arquitectos tales como Alfred Waterhouse en el Reino Unido.
Esto parece ser el principio de diseño que Mountfort practicó durante su vida.
En la década de 1860, Nueva Zelanda era un país en desarrollo, donde brillaban por su ausencia materiales disponibles por doquier en Europa.
Sus primeros edificios en su nueva patria fueron a menudo demasiado altos, o estaban inclinados en exceso, ya que no tuvo en cuenta las diferencias con el paisaje y clima europeos.
Sus iglesias góticas hechas en madera son un compendio del arte decimonónico en la provincia de Canterbury.