Benjamín Santos

[1]​ Poseía un gran oportunismo para definir, colocándose siempre en el lugar adecuado para convertir, agregándole un potente remate.

Incluso suscitó diferencias en el seno del club canalla, por lo que se definió su venta a través de una votación entre los socios.

En la temporada 1950/51 convirtió 14 tantos, pero el equipo protagonizó una floja campaña, y Santos emigró hacia Busto Arsizio.

Es decir que se retrasó unos metros en la cancha y desde allí condujo el juego ofensivo de su equipo, demostrando gran talento para ello.

Al iniciar la temporada siguiente sufrió una lesión severa en una rodilla, lo que lo dejó inactivo largo tiempo.

[8]​ Luego de su retiro se afincó en Busto Arzisio, donde hizo sus primeras armas como entrenador en las divisiones juveniles del Pro Patria.

En 1960 le llega la oportunidad de dirigir en primera, y nada menos que en Torino, donde había brillado como jugador.

Rosario Central en 1946. Parados: Santiago Armándola, José Casalini, César Castagno, Roberto Quatrocchi, Alfredo Fógel, Lidoro Soria, Angel Fernández Roca (DT); hincados: Angel De Cicco, Benjamín Santos , Federico Geronis, Waldino Aguirre, Rubén Marracino.